jueves, 6 de enero de 2011

Tengo miedo que sea de noche

Tengo miedo que sea de noche. En realidad tengo miedo que mi angelito se convierta en monstruo otra vez. Ayer no dejo de llorar y la verdad es que nunca descubrí la razón de tanto llanto. Nunca tuvo fiebre y en la mañana estaba como si nada y más fresca que una lechuga.

La que está como uva disecada soy yo. Traigo una resaca como si me hubiera tomado una botella de tequila. Claro que no he tomado nada, pero las ganas no me faltan.


A eso de las 4 de la mañana, ya medio sorda y hasta las canicas de tanto llanto tuve que llamar a Mr D para que me ayudara. Lo único bueno es que estos episodios son muy raros. La nenorra nunca ha dormido bien, y tiende a despertar cada 2 horas, pero usualmente se vuelve a dormir rápidamente.


Ese ritmo (de despertar cada dos horas) me parece atroz, pero nada comparado con tener a un bebé que no para de llorar. Aquí en Inglaterra existe incluso una asociación de padres que ofrecen ayuda. Se llama Cry-sis. ¡Qué nombre tan apropiado! Yo espero no tener que llamarlos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario