lunes, 3 de enero de 2011

Con mente positiva

¿Pero, de qué nos quejábamos?, me comentó un amigo cuando recuerda lo “fácil” que era tener sólo un crio. Eso me hizo pensar en la pareja que conocí en el aeropuerto de Monterrey. ¡Ellos viajaban con 5 niños y uno en brazos! ¿Se imaginan? Cuando los vi, hasta me sentí ridícula por quejarme por tener que viajar con dos bebés.

Pero no me quejo en balde. Con una, pues siempre había algún descanso. El sábado se levantaba Mr. D y yo podía dormir. ¡Incluso podía darme el lujo de tener días libres! Logré ir a unas clases de pinturas los sábados y algún domingo me escape con Jana al spa.


También tuve noches libres. Sin ir más lejos, cuando fui a Monterrey con la primera nenorrona, por ejemplo, mi madre se quedó con ella y yo dormí como una reina. Esta vez, con dos, pues no se pudo por qué mí me tocó cuidar a una. Si hacemos las cuentas, yo no he tenido ni una noche completa de sueño desde que nació la segunda nenorra, hace más de 5 meses.


Pero bien dice el dicho que no hay mal que por bien no venga. Cuando no logró dormir porque me han espantado el sueño me pongo a escuchar la radio y hay programas fenomenales. Mi amigo Martin me recomendó los mejores: The Moth y American Life. Si no los han escuchado se los recomiendo. Y ahora al comenzar el año descubrí otro más que es perfecto para escucharlo a las tres de la mañana: Movie Date. El programa me encantó y eso que hace más de 5 meses que no voy al cine. Tampoco he logrado leer y aún así me encanta el "World Book Club".


Así es que, si lo pienso bien, esto de no dormir tiene su lado positivo. En medio de mi crisis de identidad puedo asegurar que la radio me sigue fascinando. Y no sólo he logrado escuchar todos los documentales de la BBC (algunos son extraordinariamente buenos), he descubierto además otros programas.


¡Ahora sólo falta ver cuántos días logro mantener mi propósito del año de ser más positiva y menos quejumbrosa!

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