lunes, 28 de febrero de 2011

Un médico de confianza, ¿es mucho pedir?

Vaya inicio de semana. Mis nenorras están ambas enfermas, una más que la otra, pero es igual porque no me puedo clonar. Las noches son lo peor, ¿por qué será? Las horas nocturnas además pasan más lentamente que durante el día, ¿lo han notado?


Lo que llevo peor, sin embargo, no son las desveladas pero su llanto. Sé que de nada sirve que yo llore, al contrario, aún así no puedo evitarlo. Abrazo a mi niña a mitad de la noche y parece que enjuago sus lágrimas con las mías.



Todas nos levantamos con mal pie y yo no sé por dónde empezar. Tanta es mi desesperación que le llamo a la suegra a las 7 de la mañana para que venga a salvarme. Quisiera ser más fuerte y no desmoronarme. Pero los ojillos tristes de mis niñas me hacen un nudo en la garganta.



En estos momentos daría lo que fuera por tener un pediatra de confianza a quién llamar. Seguro que sufriría menos angustia si no tuviera que enfrentarme a un “GP” poco simpático que me trata como si fuera una tarada.



Me dan ganas de decirle que efectivamente soy una tarada y por lo tanto quiero que me explique qué es lo que tienen las niñas. También podría explicarme el por qué ha recetado a mi nenorra un anthihistamínico. ¿Desde cuándo mi niña es alérgica? ¿y alérgica a qué? ¿Por cuánto tiempo tengo que darle eso? O mejor aún, ¿por qué no me explica cómo un antihistamínico le va a quitar la fiebre a mi bebita?



Claro, para eso el dichoso “GP” no tiene tiempo. Sólo tiene tiempo para decirme que me preocupo demasiado. No le jode. Pinche viejo. ¿Acaso lleva él varias noches tratando de consolar a sus niñas que no mejoran?



Para colmo tiene el descaro de decirme que él las ve “bien”. Si ni siquiera le escuchó los pulmones, ni le revisó los oídos!



Por lo menos tengo una super suegra que no sólo ayuda, pero también pone las cosas en perspectiva. Y por lo menos puedo desahogarme en este blog. Pero tendré que incluir “un GP decente” en mi lista de deseos. Esto de no tener un médico de confianza para mis nenorras me va a matar de angustia. ( y miren que ni siquiera aspiro a un pediatra…. )

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