miércoles, 29 de diciembre de 2010

Medio atolondrada

Hoy dormí hasta las 10 de la mañana. ¿Qué rico, no? Lo malo es que sólo logré dormir en la mañana porque mis nenorras siguen en horario mexicano y durante la noche decidieron que era hora de jugar.

Así es que desperté medio atolondrada. Por si fuera poco mi casa parece que estuvo en medio de un huracán y me abruma el desorden. Más bien me paraliza porque no sé por dónde empezar. Por eso decidí comenzar por escribir mi blog. En México estuve en una burbuja no cibernética y la verdad es que extrañaba escribir mis tonterías.


Pero sólo me doy el lujo de escribir estos pequeños párrafos porque también tengo que escribir a mis familiares y amigos antes de que finalice este año. ¡Y vaya si falta poco! Tal como me dijo una amiga mexicana, los hijos no te dan tiempo de reflexionar y eso tiene sus ventajas. Por eso voy a ser realista y no haré ninguna lista de buenos propósitos, mi único objetivo será sobrevivir con felicidad. En otras palabras, intentaré no abrumarme con el quehacer de las niñas para poder disfrutarlas mejor. Claro, es más fácil decirlo que hacerlo porque ya me quiero ver la sonrisa en la cara cuando no me dejan dormir o cuando lloran al unísono sin ninguna razón.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Felices fiestas, les desea una miedosa

¿Oíste la balacera anoche?, me preguntó mi madre hace unos días. Estoy en Monterrey para pasar las navidades con mi familia y esta pregunta me hizo un nudo el estómago. No cabe duda que la maternidad me ha convertido en una miedosa.


Antes, eran pocas las cosas que me daban miedo. Incluso la muerte me traía sin cuidado. Solo pedía que fuera rápida y sin dolor. Pensaba que si me llegaba la hora, pues ya había vivido en pleno cada día así es que poco me importaba decir adiós. Hoy es completamente diferente lo que siento. El tema de la muerte me horroriza. No quiero morir y dejar a mis niñas solas. El tan sólo pensarlo me paraliza de terror.



Pero no todos los cambios son tan dramáticos. Puedo decir que ahora soy una miedosa, pero también he aprendido a vivir y disfrutar los pequeños momentos. Por ejemplo, las visitas familiares ahora pasan con demasiada rapidez. Mis niñas están fascinadas con su familia mexicana y eso me hace sentirme orgullosa. La navidad también la disfruto ahora mucho más con mis nenorras.



Ahora sólo me quedan dos semanas para regresar a Londres y no quiero ni pensarlo. Sé que el tiempo pasará volando como en estos últimos días. ¡Ni siquiera he tenido tiempo de acercarme a una computadora a escribir el blog! Por eso, quiero adelantarme y desearles a todos unas felices fiestas. No estoy segura cuando podré escribir, lo único certero en este momento es que la próxima vez que escriba tendré irremediablemente más kilos. No me puedo resistirme: tacos, carnitas, barbacoa, polvorones, menudo, tamales, la lista es interminable.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Gira y gira

¿Cómo no marcar a mis niñas?, me preguntaba el otro día. Hoy mi niña más grande me dio la respuesta.

Tengo simplemente que dejarlas ser. Quizá no todas sus reacciones me gusten, pero siempre me hacen reír con sus ocurrencias. Hoy, por ejemplo, a la más grande le dio por dar vueltas y vueltas. Estaba la radio prendida mientras preparaba el desayuno y cuando volteo ¡la veo que está girando como un trompo! Cuando para la música, se para medio mareada y se comienza a reír a carcajadas.

Tal como me dijo una amiga que tuvo niños mucho antes que yo: “el corazón te crece cada día un poco más para poder quererlos más”.

Así es que mientras fuera está congelando, yo dentro de mi casita estoy muy feliz. Incluso puedo admitir que no me importa no estar trabajando en este momento. Los bailes de mi nenorrona (la grande) y los cachetotes de mi nenorra (la chiquita) me tienen muy entretenida. Y por si fuera poco, logre hacer un muy maltrecho muñeco de nieve que luego mi niña decoró con gran cuidado.